Las diferentes posibilidades de desintegración son identificadas de modo similar al ejercicio de las fracciones de desintegración de la partícula Z. Diferentemente  a las desintegraciones Z, no hay uno, sino dos bosones vectoriales que decaen. Esto crea problemas, ya que puede ser difícil distinguir las partículas de desintegración de cada uno de los W. Por ejemplo, un electrón de una partícula W puede acabar yendo en la misma dirección que un chorro de hadrones (jet) de la otra partícula . En tal caso parecerá que el electrón es parte del jet y no habrá indicios de lo que le ocurrió a la primera partícula W. Quisiéramos ver electrones aislados, ésto es, señales en el calorímetro EM que estén separadas de las otras partículas.

La desintegración del tau es especialmente complicada ya que la propia partícula tau puede decaer en un electrón o muón ( más neutrinos). En tales casos es muy difícil deducir si la partícula W decayó directamente en, por ejemplo, un electrón, o si la desintegración fué a través de un tau.

En una variación más sencilla de este ejercicio, solo se miden las dos fracciones de desintegración para canales leptónicos y hadrónicos. Esto es, no se distingue entre los tres tipos diferentes de desintegraciones leptónicas. De esta forma se oculta el problema de identificar el complicado problema de las desintegraciones tau.

Ahora seleccionamos un número de colisiones WW y contamos el número de desintegraciones diferentes. Los cálculos de las fracciones de desintegración son así más sencillas de lo que fué con las desintegraciones Z ( ya que no tenemos ninguna desintegración en neutrinos, invisible). Las fracciones de desintegración son simplemente el resultado de dividir el número de desintegraciones identificadas de un cierto tipo por el número total de desintegraciones analizadas.

Cuando hayas calculado tus fracciones de  desintegración puedes compararlo con las predicciones del Modelo Estándar, ver el enlace de abajo.

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