Recordamos que hay seis tipos de quarks agrupados en tres familias. Cada quark tiene su correspondiente antiquark ( por ejemplo, el antiquark up anti-u). Los antiquarks tienen la misma masa y vida media que el correspondiente quark, pero una carga eléctrica de signo opuesto.
Todos estos quarks interactúan entre sí a través de la interacción fuerte. Los quarks se combinan en partículas llamadas hadrones (Griego hadros = fuerte). El nombre viene del hecho de que los hadrones interactúan mediante la interacción fuerte.
Los hadrones se dividen en dos grupos de partículas. Las construídas con tres quarks ( o tres antiquarks) se llaman bariones (Griego baros = pesado). Las construídas con dos quarks ( un quark y un antiquark) se llaman mesones (Griego mesos = medio).
No hay hadrones consistentes en un solo quark, ni en el presente evidencia de que puedan contener más de tres quarks. Los quarks de la primera familia construyen los núcleos atómicos del Universo. Los cuatro quarks restantes ( y sus antiquarks) se usan para construír partículas de corta vida que no existen en nuestro entorno cotidiano. Pero existieron en grandes cantidades al comienzo del Universo y son recreados en experimentos de física con clisiones de partículas de altas energías.