A veces es difícil identificar los tipos de partículas
que han intervenido en una colisión. El problema más
corriente es debido a que las partículas desaparecen en el tubo
de vacío de los haces o en un espacio no cubierto por
el detector. Si las partículas que desaparecen transportan
suficiente energía, se obtendrá una señal
falseada de neutrinos.
Partículas que desaparecen causan una imagen de la colisión diferente a la real. Así un chorro de hadrones debido a la hadronización de un quark ( llamado "jet") que vaya en la dirección del tubo de vacío puede simular un mini-jet de un leptón tau, si alguno de los hadrones desaparecen en el tubo de vacío.
Las partículas tau son notablemente difíciles de detectar, ya que solo se observan sus productos de desintegración. Su "firma" de 1 o 3 partículas cargadas procedentes de su desintegración, puede ser destruída si una de ellas no se detecta, por las razones expuestas más arriba. Es bastante frecuente, asímismo, que un tau decaiga en dos neutrinos más un electrón o muón. Dicho electrón/muón será difícil de distinguirle de los que se originan directamente en la colisión inicial.
Las colisiones han sido analizadas con un programa de ordenador que pone colores a las trazas de las partículas, en función del jet al que pertenecen. El número de jets puede estimarse, por lo tanto, contando el número de colores de las trazas. Sin embargo, el programa puede cometer un error, algunas veces, juntando dos jets en uno, o dividiendo un jet en dos.
Por lo tanto, es fácil cometer un error al analizar una sola colisión. Esto deja de ser problemático cuando se analizan muchas colisiones y se aplican las reglas estadísticas. Los ejercicios con WIRED deberían completarse analizando cientos de colisiones.