La partícula tau se puede desintegrar en muchas cosas diferentes. Sin embargo, aunque lo normal es que de lugar a una o a unas pocas partículas visibles. Siempre hay entre los productos al menos un neutrino, que se lleva parte de la energía y el momento. Por tanto, las partículas visibles que surgen de los dos taus que se desintegran pueden no salir en sentidos opuestos, a diferencia de lo que pasa cuando el Z se desintegra en pares e+e- o mu+mu-.
Ya que el tau puede desintegrarse de muchos modos distintos, hay una posibilidad de que cada uno de los dos taus lo haga de forma diferente. Esta será tu principal manera de identificar partículas tau. Como muestra, en el ejemplo de más arriba un tau se desintegra en un muón y dos neutrinos y el otro en tres hadrones cargados, que interaccionan en el calorímetro hadrónico, más neutrinos.
En resumen, si ves un suceso en el que hay un electrón o muón por un lado y algo distinto por el otro, quizás un muón o un electrón o dos o tres hadrones, y si los productos de la desintegración no salen en sentidos opuestos, puedes sospechar que la partícula Z se ha desintegrado en partículas tau.
Si se detectaran todas las partículas, la energía
total medida por el detector sería idealmente igual a la energía
de la colisión, es decir, unos 91 GeV. Sin embargo, en los sucesos en
los que la partícula Z se desintegra en taus, la energía total
medida es típicamente bastante inferior a 91 GeV a causa de los neutrinos
no detectados que se producen en las desintegraciones.